Los años ¡ay! De la ilusión pasaron;
Las dulces esperanzas que trajeron,
Con sus blancos ensueños se llevaron,
Y el porvenir de oscuridad vistieron;
Las rosas del amor se marchitaron,
Las flores en abrojos convirtieron,
Y de afán tanto y tan soñada gloria
Sólo quedó una tumba, una memeoria
¡Pobre Teresa! Al recordarte sien to
Un pensar tan intenso…Embarga impio
Mi quebarntada voz mi sentimientos,
Y suspira tu nomb re el labio mio;
Para alli su carrera el pensamiento,
Hiela mi corazón punzante y frio,
Antes mis ojos la fuenesta losa,
Donde vil polvo, tu beldad reposa.
Y tú feliz, que halalste en la muerte
Sombra a que descansar en tu camino,
Cuando llegabas misera a perderte
Y era llorar tu único destino;
Cuando en tu frente la implacanble suerte
Grababa de los réprobos el sino…
¡Feliz! La muerte te arrancó del suelo,
Y otra vez ángel te volviste al cielo.
De Espronceda.
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