Amor Eterno
Gustavo Adolfo Bécquer
Gustavo Adolfo Bécquer
17 de febrero de 1836 - 22 de diciembre de 1870
Amor Eterno
Gustavo adolfo becquer
Gustavo adolfo becquer
Podrá nublarse el sol eternamente;
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Podrá secarse en un instante el mar;
Podrá romperse el eje de la tierra
Como un débil cristal.
¡todo sucederá! Podrá la muerte
Cubrirme con su fúnebre crespón;
Pero jamás en mí podrá apagarse
La llama de tu amor.
Gustavo Adolfo Bécquer
Poeta español, cronológicamente, el último de los poetas románticos. Gustavo Adolfo Bécquer nace en Sevilla, siendo su padre un excelente pintor, al igual que su hermano. A los cinco años perdió a su padre y a los nueve a su madre, quedando al cuidado de du madrina, una dama de buena posición y poseedora de una rica y valiosa biblioteca, que resultó decisiva en la vocación de poeta de Gustavo Adolfo Bécquer. En 1850 ingresa en un taller de pintura y dos años después pasa al de su tío, donde trabajaba su hermano. En 1854 se traslada a Madrid, donde vive con muchas privaciones, trabajando en varios empleos, colaborando como traductor y redactor del diario "El porvenir". En 1860, Gustavo Adolfo Bécquer comienza una intensa actividad periodística y un año después se casó y tuvo un hijo. Eran frecuentes los viajes que realizaba a la montaña debido a motivos de salud, con su hermano. Viajó por España estudiando y describiendo los viejos templos y ruinas artísticas, y vivió un tiempo retirado en el monasterio de Veruela (Zaragoza). Tiempo después fue nombrado fiscal de novelas, cargo que desempeño hasta la revolución de 1868 y luego se le confió la dirección de La Ilustración Española, que desempeño hasta su muerte. En 1869, Gustavo Adolfo Bécquer, separado de su mujer, vive una vida bohemia en medio del desorden y el abandono. La muerte de su hermano, en 1870 lo golpea y lo lleva a un profundo abatimiento. Poco tiempo después se reconcilia con su mujer y su estado de salud se agrava, falleciendo al poco tiempo con treinta y cuatro años de edad. Gustavo Adolfo Bécquer es un poeta esencialmente lírico, y su poesía tiene el encanto y la íntima dulzura de lo que nace espontáneamente del corazón, descartando lo artificial, lo exagerado.
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