Nota Diario Río Negro:
Su pareja y su hija se desvanecieron al verlo llegar.
La Justicia debe reintegrarle la identidad.
"Después de que entendí todo lo que pasó abracé muy fuerte a toda mi familia. ¡Es increíble!", señaló Arturo a "Río Negro".
NEUQUÉN (AN).- La historia de Arturo Montecino es increíble: desapareció, lo dieron por muerto, lo sepultaron pero está vivo. Cuando su mujer lo vio llegar a la casa después de creer que lo había enterrado en el cementerio Jardín del Edén, se desmayó. El episodio generó una gran confusión y ahora la Justicia tendrá que "revivirlo" en los papeles e identificar al sujeto que fue sepultado.
La historia comenzó el jueves 2 de diciembre en el barrio Alto Godoy cuando Montecino (46), que había tenido una discusión con su esposa, decidió no volver del taller a su casa y tras tomar unas copas con unos amigos dejó el auto abandonado en calle Godoy al fondo y en la gabeta el celular.
La pareja y su hija de 20 años se cansaron de llamarlo y cuando encontraron el auto decidieron radicar la denuncia el viernes 3 a la noche en la comisaría 18° por una presunta desaparición de persona.
Mientras se realizaban las averiguaciones de paradero, la policía rionegrina encontró el domingo 5 un cadáver en el canal de la avenida de Circunvalación a la altura de Marabunta, y por las características físicas irradiadas por la policía neuquina dieron aviso a la comisaría 18°.
El Juzgado de Instrucción N° 2 de Cipolletti citó a la familia y el lunes 6 pasadas las 15:30 se realizó el reconocimiento del muerto en el Cuerpo Médico Forense de Roca.
Tanto la mujer como la hija identificaron al hombre por una cicatriz en el antebrazo derecho y otra en la zona abdominal derecha que era producto de una operación, según explicaron fuentes policiales. Otros elementos que tomaron para el reconocimiento fue el pelo canoso y la ausencia de piezas dentarias.
Concluido el trámite judicial se extendió el certificado de defunción y se entregó el cuerpo a los familiares. El velatorio se realizó en las salas velatorias que tiene CALF en calle Bahía Blanca y el entierro se concretó a las 18 en el mencionado cementerio privado.
La familia se retiró al hogar para hacer su propio duelo después de tanta desventura y en los primeros minutos del miércoles Arturo llamó a la puerta. La hija lo abrazó entre expresiones de alegría y asombro mientras la pareja cayó desmayada al piso y fue trasladada al Hospital Heller donde ingresó en estado de shock.
El hombre no se mostró ni sorprendido ni disgustado por la situación hasta que entendió lo que había sucedido.
"Todavía no puedo creer que me hayan velado y hasta me da vergüenza salir a la calle. Estoy asustado porque no entiendo cómo me puede haber pasado esto", señaló Arturo a "Río Negro".
En sede policial explicó que tenía ganas de estar solo con sus amigos y que después de haber estado dando vueltas por Confluencia se hizo una casilla a la vera del río Limay donde estuvo un par de días hasta que decidió volver.
"Estaba muy rayado así que empecé a caminar y estuve tirado por el río", recordó el hombre que no quiso brindar demasiados detalles de su paradero.
"Me creían un fantasma"
"Venía caminando por el barrio de noche y unos pibes salieron por atrás y cuando me vieron y salieron a los gritos", así recordó Arturo los detalles de su regreso a la casa. También hubo un vecino que lo tocaba porque lo creía un fantasma.
"Cuando salió mi señora y me vio, se desvaneció. Yo no entendía nada. A los pocos minutos todo el barrio estaba en la puerta de casa y me miraban no creyendo", confió el hombre.
Después de lo vivido el hombre que dice haberse "rayado" motivo por el cual se fue de la casa, ahora "en especie de nueva vida que tengo quiero casarme con mi pareja con quien convivimos desde hace 25 años", concluyó Arturo.
Nota La Mañana del Sur:
Lo dieron por muerto, fue velado y enterrado, pero regresó a su casa
Neuquén > Un hombre que fue dado por muerto y enterrado por sus familiares apareció con vida ayer por la madrugada en su casa del barrio Alto Godoy de esta capital. Así lo confirmó ayer la hija del hombre supuestamente fallecido a una radio de Cipolletti.
El pasado domingo la Policía de Cipolletti encontró un cadáver en un desagüe que corre en paralelo a la Circunvalación Norte de esa ciudad. Los funcionarios que intervinieron dispusieron la realización de la autopsia en General Roca. Hasta esa ciudad viajaron los familiares de Arturo Montecinos, de 43 años. Según confiaron fuentes policiales, en apariencia los familiares se confundieron por una cicatriz y pensaron que se trataba de Montecinos. Pocos días antes, la familia había realizado una denuncia por desaparición de persona en la Comisaría 18.
Al reconocer el cuerpo, la hija de Montecinos contó que fue trasladado a la capital neuquina y velado a "cajón cerrado". Posteriormente, fue enterrado por la familia.
Según confió la hija de Montecinos, aún confundida por lo sucedido, su madre sufrió un shock emocional al ver a su pareja viva y tuvo que ser trasladada de urgencia al hospital Heller.
Sin salir del asombro, familiares y vecinos se acercaron en la jornada de ayer a la casa de la familia que vivió esta extraña historia. Según fuentes policiales, Montecinos habría permanecido desde la semana pasada junto a unos amigos en el barrio Confluencia.
Lo increíble de la situación es que el martes se publicó una necrológica en este diario. Se indicaba que el hombre "fue sepultado a las 17 en la necrópolis Jardín del Recuerdo". Se precisó también en el aviso que "falleció en Cipolletti el 5 de diciembre de 2010 a la edad de 43 años".
Identificación
El cadáver que fue sepultado el martes fue encontrado el pasado domingo en un desagüe paralelo a Circunvalación Norte de Cipolletti y, hasta el momento, sigue sin ser identificado.
La Policía y la Justicia de Río Negro deberán retomar ahora la investigación por el cuerpo hallado el domingo en las cercanías del cruce de Circunvalación Norte y Mengelle. Hasta ahora, se desconoce la identidad de la persona hallada muerta. Fuentes policiales indicaron que lo acontecido limita con el escándalo y pone en discusión el trabajo realizado por los peritos y funcionarios judiciales rionegrinos que trabajaron en la investigación del hecho.
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